domingo, 6 de mayo de 2012

Patito Hollywoodense


Soy un patito hollywoodense que se viste de tacones y gabardina para morirse de risa, caderas ardientes y pasos torpes. Regadera dividida en agua caliente y  fría sin juicios de los otros.
Soy el silencio de tu risa, estoy tan alejada de la fama y tan cerca de la mierda, que ya le agarré gusto al tiradero y al color negro. Me gusta el olor a porquería y gritarte "¡Muérete idiota!" cuando te vas de mis brazos.
Mis brazos que te cuidan como a un ciego, mis ojos que te hunden en el calor de la almohada, mi boca que es tu muerte y mi ombligo que es tu corazón.
El sueño largo y profundo en noches de luna llena y la locura en toda su expresión cuando tocas mi cama. Soy hielo cuando miras y el infierno cuando cierras los ojos, la amante perfecta cuando apagas la luz.
Cuando tocas mi cama soy la María con un revolver escondido, la certeza de que no me buscaras, los ositos con cara de incredulidad y una bocanada de pasión.
Si yo fuera una palabra sería eso: La pasión, redoblada, redonda y grande, acostada en un sillón comiéndose las papas del día anterior, la pasión que nació en una fiesta, creció en mi vientre y murió diciendo -te amo-. La emoción de vivir el momento y tener miedo de lo demás.
Soy la mentira viva y el vuelo de la luna a la tierra. Aterrizar no me gusta, no me gusta despertar, no me gusta ser yo, no me gusta. Si toco la tierra me muero, si dejo el drama sería un suicidio.
Soy la melancolía ahogada en una cerveza de lata y películas de antaño. No soy música,
             No soy tendencia
             No soy tu madre...pero quisiera serlo.
Soy el chisme que murió cuando supiste la verdad y escuchaste mis carcajadas en el otro lado del cuarto.
Soy un juego, no el fuego. Soy velocidad, no temperatura.


Estoy en el agua, en una tina, jugando contigo....y lo seguiré haciendo hasta que se me acabe el tiempo, me descubras o me canses. Hasta que descubras que soy un patito hollywoodense con miedo, frío, caderas ardientes y lleno de pasión.

M & M ¿Por qué es tan malo gritar que te amo?



-Ay jijos! Mira vieja! allá, no seas mensa, ira son dos güeyes y se besan ...¡como si de veras! No pus yo pensé que era una vieja y un hombre, pero me fije bien y los dos...ira como se besan...como si de veras.
Enfrente del imponente palacio de Bellas Artes, Mario esperaba. Esperaba tranquilo, con las manos sudorosas, con su bufanda negra, con sus bolsos llenos de envolturas de chicle, con su mirada inquieta, esperaba. Buscaba entre la gente el rostro de Mauricio, ¿Cuánto habría cambiado?, Quiero ver su sonrisa, sus grandes orejas y sus pequeños ojos.
-Ya ni porque toda la gente los está viendo, ¡que barbaros!. Amor por favor diles a los niños que eso está mal ¡Por Dios!
Mauricio va en el trolebus, se restira las mangas del suéter una y otra vez, piensa, le sudan las manos, piensa y siente que sus pies quieren llegar. Sonríe y piensa "quiero verlo sonreír". Quiere contarle que su madre esto, que su padre lo otro, que no ha cambiado, que su hermano ríe.
Tantas ganas desesperan. M y M cada vez más cerca, uno llega a Bellas Artes, el otro lo observa, extiende los brazos, se recarga en su pecho y escucha sus latidos, sin decir nada se miran (con incredulidad) se pasan la mano por el rostro y (llegando el momento iluminado) se besan, se besan, se besan. Sonríen, se abrazan y nada es tan perfecto en ese momento como sus labios, como sus manos.
Se alejan platicando y tomados de la mano, sin darse cuenta. Su momento de felicidad vive y las personas de alrededor mueren, de envidia, de celos, de amor, coraje, ignorancia y susurran:
es muy malo
es muy malo


es tan malo.

Tu venganza en los otros




Desde que terminamos (dejamos de ser pareja formal, no nos comprometimos con la relación) y ahora sólo pretendemos ser amigos (dizque), me ha dado por verte en las otras personas.
Compararte seria absurdo, pues sé muy bien que no hay nadie igual a otra persona, y mucho menos probable es que la encuentre entre mis amigos.
No puedo negar que extraño actitudes y acciones tuyas, pero si en algún momento pude vivir a falta de ellas, no veo por qué no hacerlo ahora (eso me consuela) .
Al día me tomo un momento para pensarte (pensarnos), para sufrirte y más bien para levantarle un altar a tu recuerdo. Lo cual no me impide conocer (¡ay qué cosas!) a otras personas, ni tampoco sentirme un poco culpable algunas veces (cómo si le escupiera a tu mausoleo y tuviera que limpiarlo).
Lo peor llega en el momento en que a alguien se le ocurre decir:
- Mi novia me corto
- Mi novio me trono (lleno de dramas y lágrimas)
y comienzan a explicar ampliamente cómo sucedió, lo que sienten, profecías de lo que sentirán y sucederá, porque cada palabra que dicen me hace pensar en tus sentimientos, de repente en frente de mi (al lado) ya no está mi amiga, mi amigo, mi compañera de trabajo, mi prima, el conocido del amigo, el pasajero del camión...ahora estas tú.
Y verte sería agradable, pero tu imagen reclamandome, deseando profundamente que me vaya mal, que aprenda una lección, hiriéndome con cada palabra, no lo es.  Entonces siento necesidad de hincarme, pedirte perdón, limpiar tu mausoleo (que creo nunca visito), llenarlo de flores amarillas y rojas, temo que estés en problemas, quiero llamarte, quiero decirte, quiero contarte, siento que te quiero.
Y me arrepiento infinitamente de haberte terminado.
Luego (momentos después...), desde que terminamos, todo sigue igual.

Batalla Nocturna

1. Un carro blanco estaba detrás de nosotros, tus labios se acercaron precipitadamente a los míos y no me dio tiempo de decirte “Minoséque la cochera se debe limpiar cada 3 minutos”. Alguien tocó la puerta, me miraste con desesperación, te limpiaste las manos con un trapo sucio y abriste. A tu regreso, me encontraba sentada en la parte trasera de un pointer color rojo, las miradas se cruzaron y dijeron mucho más que nuestros labios, sólo imaginaba como se sentiría el roce de tus brazos en mi cintura y la forma en que te acercarías…tu calor.

2. Ven, acércate. No esperes mis palabras…mis labios…mis labios… Algo camina por mis labios. La oscuridad repentina propia del primer parpadeo me cegó, pero me hice más consciente de la comezón de mi labio inferior y una gran roncha. Escuche su zumbido que fue una declaración de guerra, Don Mosco hizo de las suyas. No repare en levantarme, encender la luz y guiándome por el molesto zumbido buscar a aquél que se atrevió a interrumpir mi gran beso. No te encuentro…

 3. …pero ¡te encontrare! Y cuando lo haga desearás no haber abierto una sola vez tus mil ojos, y mucho menos haber probado mi sangre. Te esperare con mis seis ojos bien abiertos y la luz encendida, aguardare que te encuentres demasiado cerca donde pueda atraparte y por fin ¡asombrarte con un zarpazo!

4. El sueño me venció en un intento por decirle a Minoséque que regresara y por fin me rodeara con sus brazos, sin dudarlo te aprovechaste de mí y en venganza a mi perverso plan me picaste en uno de mis tantos ojos, mi parpado creció a niveles insospechados. Dudaste de mi palabra, ¿acaso crees en el karma?, porque no sabes que bajo la manga tengo un arma de cuatro letras.

5. RAID plaquitas y “noches tranquilas”, tu lo pediste Don, yo no puedo hacer nada más que dártelo y bien dado. Heroicamente, con un ojo a medio ver, un labio hinchado, una comezón terrible y la impotencia de no poder rastrear tu zumbido conecte el dichoso aparato.


Milagrosamente quince minutos después ya no escuche ninguna de tus molestas trompetas, no pude sentir el gran beso por más que trate de hacer mío de nuevo aquel sueño, pero el triunfo completo llego al ver tu cadáver al día siguiente.