sábado, 20 de octubre de 2012

Para estar a tu lado

Se necesita coraje para besarte,
sabiendo que los cometas no son sólo míos,
y  suceden cuando el universo es de ron
y las constelaciones se colocan sobre nosotros
y ensombrecen el pensamiento.

Hay que ser valiente para dejar de pensar,
vaciar todo en un frasco de poemas.
Esperar el momento de abrirlo para vomitarlos de nuevo,
guardar la calma y no saber qué es eso.

Tu ser precisa denuedo,
esconder el cielo de tus ojos
cada vez que te veo.
Ocultar las ganas de abrazarte
cuando estas a mi lado.

Puedo dejar pasar los cometas,
tragarme toda la poesía,
contenerme las ganas
y ponerle nubes al cielo,
lo que no puedo soportar
es  tu rechazo.

¿Importa?


A nadie le importa que las estelas se derrumben,
que las manos se duerman por tanto alcohol en el cuerpo,
que la carne…

A mí no me interesa
si lo que quieres no te lo doy,
si me conociste y dejaste en la cama preguntas,
si me conociste,
¿Me conociste?

Dejaste las sabanas llenas de inseguridad.
A nadie le importa, a ni uno de ustedes.
No se dan cuenta:
las rocas siempre quieren gritar,
son inamovibles pero se rompen,
y en cada uno de sus  símbolos lleva significados.

Soy la roca que se eleva en el centro de la tierra
y soy inquebrantable,
pero me rompo en cada uno de tus besos
en tus caricias que no me saben.

¿Saben? Si destruyen un momento
el momento se construye.
 Y si sufro por que la piedra esta herida
¿A quién le importa?