miércoles, 27 de febrero de 2013

Po. Sexo. Tiem.



El tiempo es mi vestido.
Mirando el reloj,
me vas quitando los
di minutos complejos.
Son las 27:00 horas
del amante en curso,
el lapso en que la cama
degusta nuestra carne.
El vestido se desgarra
violenta mi ser,
cada movimiento tuyo
es un momento que resto
para llegar.
Entonces, oras para que el tic tac,
latido de nuestro ser,
no tenga fin.

El tiempo lanza gemidos.
Mirando el reloj,
somos los segundos de placer,
que se derraman,
en mi fuego,
en la carne,
desde tu cuerpo.
Tic, me penetras dulcemente,
tac, un gemido te invade.
Tic tac el vaivén de la cama,
a hora hemos llegado
convertimos el tiempo
en sexo.

martes, 12 de febrero de 2013

Aparato de fe



Ser la máquina que se llena con los hilos de una historia que no tiene final, enredarse en una esfera imaginaria que brilla al compás del universo, tomar lo que no se debe y  no temer lo que se bebe en cada acción. Hay que.

Detener la fe,
¡suficiente!
máquina imaginaria 

Deletrear en cada botón los adjetivos de un sitio que conocimos en un jamás, robotizar los tiempos que marca el silencio del cielo en un ruido llamado voz. Conocer las entrañas del sol que brilla a tus espaldas y quedarme en un rincón, o ser lo que llamas caos. Entonces debo.

De tener fe
en la máquina imaginaria
¡suficiente!

Maquinar los hilos en el tiempo preciso que abres las piernas y escribes, llenar la esfera con cada click de momentos que no existen, mirar detrás la sombra, con melancolía, con rencor. Tomar todo el tiempo y encerrarlo para evitar el escape. Huir por que todo falla. Soportar la. 

Máquina imaginaria
de fe
con tenerte
es suficiente.