miércoles, 27 de febrero de 2013

Po. Sexo. Tiem.



El tiempo es mi vestido.
Mirando el reloj,
me vas quitando los
di minutos complejos.
Son las 27:00 horas
del amante en curso,
el lapso en que la cama
degusta nuestra carne.
El vestido se desgarra
violenta mi ser,
cada movimiento tuyo
es un momento que resto
para llegar.
Entonces, oras para que el tic tac,
latido de nuestro ser,
no tenga fin.

El tiempo lanza gemidos.
Mirando el reloj,
somos los segundos de placer,
que se derraman,
en mi fuego,
en la carne,
desde tu cuerpo.
Tic, me penetras dulcemente,
tac, un gemido te invade.
Tic tac el vaivén de la cama,
a hora hemos llegado
convertimos el tiempo
en sexo.

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