martes, 12 de febrero de 2013

Aparato de fe



Ser la máquina que se llena con los hilos de una historia que no tiene final, enredarse en una esfera imaginaria que brilla al compás del universo, tomar lo que no se debe y  no temer lo que se bebe en cada acción. Hay que.

Detener la fe,
¡suficiente!
máquina imaginaria 

Deletrear en cada botón los adjetivos de un sitio que conocimos en un jamás, robotizar los tiempos que marca el silencio del cielo en un ruido llamado voz. Conocer las entrañas del sol que brilla a tus espaldas y quedarme en un rincón, o ser lo que llamas caos. Entonces debo.

De tener fe
en la máquina imaginaria
¡suficiente!

Maquinar los hilos en el tiempo preciso que abres las piernas y escribes, llenar la esfera con cada click de momentos que no existen, mirar detrás la sombra, con melancolía, con rencor. Tomar todo el tiempo y encerrarlo para evitar el escape. Huir por que todo falla. Soportar la. 

Máquina imaginaria
de fe
con tenerte
es suficiente.

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