miércoles, 10 de abril de 2013

Cariño Interminable




-                                  -  Esta vez guardaré silencio, me quedaré arrinconada y escribiré:
 



“Te regalo mis sonrisas, mis días tristes que transcurren como si nada, las pupilas que brillaban al verte, mis esfuerzos por esperar el momento preciso en que me miraras, no como soy, si no como esperabas. Envolveré tus palabras en papel lustre para que siempre brillen en mi memoria, los besos que tanto esperé y el eterno abrazo que te robé. 

Te doy mis momentos más alegres de estos últimos meses, los pensamientos que en un Abril contendrán tu nombre y la paz que tendré. En este frasco deposito mi esencia, úsala en las ocasiones que más convenga y cuida de no regarla en instantes que no florecerán. 

Llévate estas alas rotas, todos tus reclamos y  enojos. Me ocuparé ahora de tejer unas nuevas, que sean más livianas y mantengan en equilibrio este cuerpo destrozado. Te regalo nuestros secretos, los guantes de box y una caja que contiene los versos que escribimos en una tarde soleada. 

Te entrego de manera formal mis ideas cambiantes, destartaladas, hechas un jirón por cada uno de tus besos. Te concedo, ahora, la gracia de ser un recuerdo y guardarte un cariño interminable”. 

Al día siguiente la encontraron en el cuarto piso de un edifico, disfrazada de sonrisas y palabras amables. Mientras él, paseaba por grandes avenidas, sosteniendo la mano de su amante.

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